Los periodistas y su marca digital
Mientras los periodistas de 30 para arriba siguen preguntándose si es necesario buscar presencia en Internet, los estudiantes de periodismo de los Estados Unidos se alistan para egresar de las universidades con sus marcas personales en línea.
Alfred Hermida, profesor de periodismo en la UBC, pregunta a sus alumnos cuántos tienen su dominio propio en Internet. Cuando le dicen que es una pregunta insignificante, Hermida responde que tener un sitio web refleja la identidad profesional, en este caso de los periodistas. Ya no te imprimas tarjetas de papel fino. Crea tu tarjeta digital. ¿Dónde? En la red.
La presencia en línea debe mostrar quién eres, tus intereses y tu mejor trabajo profesional. Espacios: blogs, Twitter, Facebook, You Tube…y la web. Hermida dice a sus chicos que ahorren y gasten en comprar en dominio, que no dejen de hacerlo. Se trata de ser lo suficientemente visible, con buenos contenidos, interactuando con la gente (portenciales lectores), compartiendo información. Una tarea que, sin duda, no es tan fácil, sobre todo, cuando la palabra marca te asusta porque la relacionas a producto/venta. Pero Hermida no le dice a sus alumnos que se creen un personaje falso para Internet. Al contrario, les recomienda ser ellos mismos.
“En la siempre arena movediza de los medios de comunicación del siglo 21, dos cosas son evidentes: la evolución hacia los medios digitales y la economía del conocimiento. El nuevo periodista debe crear y desarrollar su nicho en los medios de comunicación de este nuevo ecosistema”, dice Hermida, pionero de noticias en línea, educador y periodista de experiencia en la BBC.
Para construir la marca personal (la cual no debe ser inflada, sino honesta), Mindy McAdams, profesora de periodismo y autora de este blog, plantea 10 consejos que podrían resumirse en tres pasos: Consigue presencia en las redes sociales, maneja con honestidad tu carrera y conversa con la audiencia.
McAdams recomienda que la gente te encuentre rápido al googlearte, y obviamente, lo que encuentre debe ser bueno, quizás por ello las escuelas de periodismos estadounidenses intentan colocar a sus alumnos el chip de la creación de contenidos de valor.
"La marca personal se está convirtiendo en algo más que un hobby. Es una necesidad", sostiene Mark Glaser, periodista especializado en Internet y autor de MediaShift, un sitio que desde 2006 hace seguimiento de cómo los blogs, podcasts, el periodismo ciudadano, los wikis, los agregadores de noticias y el vídeo en línea están cambiando los medios de comunicación.
Antes de la era digital, reflexiona Glaser, los columnistas estrellas de la prensa ya tenían una marca. Hoy, Internet da la oportunidad para que reporteros, editores y ciudadanos -que en general manejan las herramientas digitales- se creen su propio espacio. Incluso, recomienda a las empresas periodísticas fomentar entre su personal el 'espacio propio'.
"Cuando un columnista o blogger crea una tribu de seguidores, ayuda al diario", le dijo a Glaser un editor de periódicos, tras remarcar que antes eran los diarios los que te decían que el columnista tal era de confianza. Ahora las personas determinan si el columnista tal es de confianza por lo que dice, por lo que hace, por las conversaciones que genera, por lo que enlaza y por las personas que son sus amigas en Twitter, o en Facebook.
"Quiero ir tan lejos como para decir que los periodistas sin marcas personales, como los periodistas digitales y web sin conocimientos, van a tener cada vez menos empleo", dice Scott Karp, de Publish2
En el Perú, un grupo pequeño pero notable de estudiantes de periodismo llega a las redacciones en busca de sus primeras prácticas profesionales con un excelente manejo de herramientas digitales, y con una respetable presencia en la red. Son jóvenes que aportan conocimiento constantemente, en todas partes, desde todos los frentes.
Si las malas profecías se cumplen, éstos, en un tiempo no muy lejano, sacarán a los viejos periodistas del medio. Acurrucados en nuestra experiencia, en las coberturas que hacíamos en la época del beeper -para no ir tan lejos- pensamos que nada nos tumbará.
Las modernas redacciones buscan una convivencia entre la experiencia de los llamados 'tradicionales' y el ímpetu de los 'siempre conectados', los jóvenes. El reto es que unos y otros se adapten a los modernos modelos de comunicación. Temo que los primeros, los del beeper, se resisten al cambio. Mientras, los debutantes lo absorben todo. Como esponjas. ¿Acaso los que ya pasaron la barrera de los 30 no pueden crear su propia marca digital?